Posiciones vitales.

Posiciones vitales: 

Es en los tres primeros años de vida cuando se forja la mayor parte de nuestra futura personalidad, aunque esto no quiere decir que no evolucionemos y crezcamos a lo largo de nuestra vida. 

Las posiciones vitales son conclusiones a las que el  individuo llega, en los tres primeros años de vida, sobre sí mismo y los demás.

En algunos casos se mantienen toda la vida. Participan en la comunicación interpersonal e intrapersonal. 

Yo estoy bien, tú estás bien:  situación sana y deseable. El sujeto se hace responsable de su vida y ayuda y comprende a los demás. Aquí está el concepto de autorealización en el que uno sólo depende de sí mismo, de su aprobación y no de la de los demás. 

Yo estoy mal, tú estás mal: El sujeto está mal y reconoce a los demás en su mismo estado. 

Yo estoy mal, tú estás bien: complejo de inferioridad. El individuo busca constantemente la aprobación de los demás.  Pueden ser manipuladores, usando su debilidad para aprovecharse de los demás, son los típicos victimístas. 

Yo estoy bien, tú estás mal: posición de arrogancia y/o prepotencia. El sujeto razona cualquier acción aunque ésta no tenga sentido. Es propio de sujetos que han pasado situaciones extremas en la infancia, las han superado y piensan que por eso ya pueden hacer cualquier cosa. En el caso más extremo, tienen al Estado Padre completamente bloqueado.

Las posiciones vitales también se pueden dar con tres elementos: 

Yo  bien, tú  bien, ellos mal: Sectas, tribus urbanas, clanes y subgrupos sociales. El grupo es lo bueno y todo lo que esté fuera de él representa todo lo malo. 

Yo bien, tú mal, ellos bien: Se busca la relación pero sin profundizar, el sujeto se hace más fuerte en grupos muy grandes. Misioneros, revolucionarios. 

Yo mal, tú bien, ellos bien: Personas solitarias, no se encuentran a gusto ni relacionándose a nivel superficial ni a nivel más profundo o íntimo. Quieren estar consigo y recrearse y alimentarse de su melancolía.