La clasificación de Heymans y Le Senne y los humores de Hipócrates y Galeno
En anteriores artículos describimos estas dos clasificaciones atendiendo a diferentes pautas, en la realizada por Hipócrates y Galeno (s.II d.C.), se centraban en los humores o líquidos del cuerpo humano, puesto que en la época a que corresponden ambos, se creía que tanto la sangre y bilis, como los nervios y la linfa eran líquidos. En la clasificación de Heymans y Le Senne, los factores tenidos en cuenta para realizar la clasificación de los temperamentos son Actividad, Emotividad y Resonancia.
Si recordamos lo dicho en los anteriores artículos de cada uno de estos temperamentos tendremos lo siguiente:
El temperamento de Hipócrates definido como Bilioso es Emotivo y Activo, puesto quienes destacan en este tipo de personalidad tienden a dejar que los sucesos les influyan emocionalmente, y suelen reaccionar ante ellos. Son resolutivos.
Recordemos la frase del saber popular “me pone del hígado”, cuando nos referimos a alguien o algo que nos altera y sobre lo que desearíamos saltar. Son la inactividad, las circunstancias o ambas cosas las que nos alteran, Emoción y Actividad.
El temperamento definido como Sanguíneo es no Emotivo y Activo, las personas sanguíneas no son emotivamente influenciables de manera fácil por los acontecimientos, sin embargo, sí son resolutivas, al igual que las de temperamento bilioso.
Aquí también podemos recurrir a otra frase “no tiene sangre”, que utilizamos cuando alguien nos da la sensación de no reaccionar ante nada. Por tanto, quien la tiene es Activo
El temperamento definido como Nervioso, es Emotivo puesto que las situaciones y los acontecimientos les influyen emocionalmente, solo que su actitud ante estos hechos y emociones generadas es pasiva, no reaccionan, no saben canalizarlas hacia la acción, no Activo. Siendo por tanto poco resolutivos.
Y por último, el temperamento Linfático, el dominado por el sistema linfático, es no Emotivo, puesto que no es influenciable emocionalmente por los acontecimientos, y no Activo. Por el contrario que el sanguíneo, que no se deja influenciar anímicamente, pero sí reacciona y es resolutivo, los sujetos en que predomina este temperamento dan la impresión de “no sentir ni padecer”. No se les generan emociones ante los hechos, y tampoco ningún tipo de actividad, no son resolutivos.
Antendiendo a la resonancia, al resorte que hace que actúen o se emocionen antes o más tarde, recordemos Primario y Secundario, estas clasificaciones se pueden dividir en dos.
El temperamento Bilioso con una resonancia de Primario , se denomina Colérico. El temperamento Bilioso con resonancia de Secundario, Apasionado.
El temperamento Sanguíneo Primario, se denomina Realista o simplemente Sanguíneo. El Sanguíneo Secundario, Flemático.
El temperamento Nervioso Primario, se denomina Nervioso. El Secundario, Sentimental
El temperamento Linfático Primario, se denomina como Amorfo. El temperamento Linfático con resonancia de Secundario, Apático.
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