¿Cuantos
cuadernos y cuadernillos de caligrafía hemos llenado uno tras de
otro?¿Cuantos puntos nos quitaban en un examen por la mala
ortografía?
Las
nuevas tecnologías nos han facilitado muchas tareas, ¿será por
esto que nos hemos vuelto perezosos, que no queremos pensar?