Vivíamos sin ellos, luego se fueron colando en nuestras vidas, en nuestros negocios y hogares, primero fueron una herramienta más de trabajo, hoy, se han vuelto tan indispensables que cuando sales de casa lo primero que compruebas que no te dejas, antes que llaves o tarjetas, es el teléfono móvil. Si es así, vuelves a casa a por él como si te hubieras dejado los zapatos y fueras descalzo.