Un cliente importante gritó al director de su empresa, porque no habían cumplido los plazos.
El
director llegó a su casa y gritó a su mujer, acusándola de que estaba
gastando demasiado, porque había demasiada comida en la mesa.
La mujer gritó a la cocinera porque rompió un plato.
La cocinera dio una patada al perro porque la hizo tropezar.
El perro salió corriendo y mordió a una señora que pasaba por la acera, porque estaba obstaculizando su salida por la puerta.