Somos individuos únicos e irrepetibles, de los 7.000 millones de habitantes del planeta no hay dos iguales.
Lo más próximo a dos individuos iguales podrían ser los gemelos idénticos, y tampoco.
En el año 1951 Solomon Asch trató de demostrar mediante una serie de pruebas el poder de la conformidad social. Identificó el grado en el que la opinión y el juicio del grupo afectan al punto de vista individual.