Somatización.
Algunas de las enfermedades que podemos padecer pueden venir de nuestro yo, no todas, está claro que las hay ajenas a nuestra persona, estar expuesto a determinados agentes, compuestos químicos, atmósfera o condiciones durante largos períodos de tiempo, por ejemplo.
Sin embargo, otras pueden estar generadas por nuestras emociones. Por la manera en que nos enfrentamos a las situaciones de la vida. Cuando el cuerpo y nuestro interior no pueden acumular más, acaba somatizando.
Para ello, debemos ser impecables y honestos con nosotros y así reconocer mejor cuando nos hacen daño, pudiendo analizar el por qué, el cuando y el como.
Algunos de los síntomas que nos pueden servir de aviso de manera global son:
- Sentimiento continuo de culpa consciente o inconsciente
- Predisposición a utilizar el dolor como castigo
- Acostumbrarse al sufrimiento, al fracaso, ir por la vida de perdedor.
- Dolor como sustitutorio de perdida de una relación.
- Tendencia a la depresión o la ansiedad.
Salud.
Las características de una buena salud a modo global son:
- No sentir cansancio físico sin razón aparente del que uno no se repone tras el sueño
- Ser capaz de afrontar cualquier adversidad que no sea extrema
- Tener un buen apetito (de comida, sexual y de conocimiento)
- Gozar de un buen sueño
- Gozar de buena memoria
- No enfadarse por cualquier cosa
- Tener claridad mental
- No mentir, al final la mentira a quien más daña es a quien la cuenta.
- Ser agradecido, por lo que tenemos a la vida en general.
Grafopatología.
Detecta a través de la letra ciertos aspectos de inarmonía en el individuo.
Obviamente sirve como faro en la detección de dicha inarmonía, si la enfermedad está instaurada no la puede curar, habrá que acudir al médico o a un especialista.
Cuando vemos en la letra una inarmonía, un fallo o una enfermedad, solo observamos como vive la persona esa enfermedad, en ningún caso podemos ver el grado de la propia enfermedad.
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