27/12/13

Agua y emociones.


Ana Ruiz de Eguilaz, Grafología, Emociones, Agua,


Masaru Emoto ha realizado un experimento para estudiar el efecto de las emociones y las palabras sobre las moléculas de agua. A partir de este experimento publicó el libro "Los mensajes del agua" en el cual expone sus conclusiones mediante fotografías y la explicación de dichas imágenes.
Queriendo comunicar que las palabras y las intenciones producen un efecto positivo o negativo sobre el agua. 

1.- Dependiendo del idioma utilizado se obtuvieron diferentes resultados. La expresión "Thank you" en inglés provocó diferentes formaciones cristalinas que la misma en japonés. 

2. El agua de fuentes y arroyos limpios de montaña, formó estructuras cristalinas más bellas que los cristales formados por las muestras de agua polucionada o estancada. 

3.- El agua destilada expuesta a música clásica formó cristales simétricos mientras que con una canción que hablaba de tristeza hizo que dichos cristales se partieran. Cuando las muestras de agua fueron expuestas a palabras y/o emociones negativas, el agua no formó cristales sino que se crearon estructuras caóticas. 

4. Otro conjunto de fotografías muestra la diferencia entre los cristales producidos por las palabras "Hagámoslo" y "Hazlo". 
Los cristales formados por la palabra de cooperación "Hagámoslo" eran como suaves copos de nieve. 
La palabra en imperativo "Hazlo" no formó ningún cristal.

Nosotros estamos formados por un 70% de agua aproximadamente, el planeta también está formado por la misma cantidad de agua. 

Si las moléculas de agua son capaces de reaccionar ante emociones positivas/negativas, esto quiere decir que nuestros cuerpos, compuestos en su mayor parte de agua también son capaces de reaccionar de igual manera, y de un modo que nos resulta totalmente ajeno e inconsciente. 

¿Como cuidamos de nuestros cuerpos?, ¿los sometemos constantemente a emociones y palabras con connotaciones negativas?

¿Y si dejamos fluir las emociones? si nos duele o si nos afligimos, tal vez llorar sea lo mejor.  Si las retenemos sin dejarlas salir, por la causa que sea, ¿se quedan en nosotros o tal vez se van?, ¿debemos controlarlas sin reprimirlas? Recordemos que controlar no es lo mismo que reprimir.

Con este artículo no trato de contradecir al mundo científico, que ha descartado totalmente los estudios del Dr. Emoto. No obstante, a lo largo de la historia hemos visto como se han apartado e incluso desacreditado muchas teorías e investigaciones que con el tiempo se ha demostrado que eran ciertas.

Que tengas un buen día.


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