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24/6/13

Pensar en positivo. Escribir igual.



Hana Ruiz de Eguilaz, el blog de grafologia, grafologia en la web, grafoterapia, pensar en positivo
 

Hace ya unos años que oimos la expresión "pensar en positivo", y debo decir que coincido plenamente. Cuando pensamos en algo, el resultado de una entrevista de trabajo, el desenlace de una preocupación, si ese cliente tras el que hemos andado aceptará nuestro presupuesto, etc. y en nuestra mente generamos imágenes negativas de todo ello, aumentamos las probabilidades de que el resultado sea negativo, y esto responde a un efecto con un nombre determinado del que ya hablé el diez de abril : "El efecto Pigmalión o la Profecía autocumplida" .

¿Por qué sucede esto? Porque nuestra mente, cuando genera estas imágenes, estos pensamientos, hace que interiorizemos las emociones (negativas) que van asociadas a ellos,  y por tanto, los sentimientos fruto de esas emociones razonadas por nuestro cerebro. Inconscientemente por tanto elegiremos un camino, el de las dificultades para que la profecía que tenemos en mente acabe cumpliéndose y no nos sintamos decepcionados con nosotros mismos.

Si por el contrario  nos esforzamos en visualizar resultados positivos, aumentaremos incoscientemente las probabilidades de que se cumpla la profecía de la misma manera.

¿Por qué no obtengo resultados si pienso positivamente? Mi respuesta a esto sería otra cuestión: ¿seguro que piensas y visualizas positivamente? o por el contrario ¿piensas conscientemente en positivo pero tu subconsciente, tan adoctrinado y acostumbrado a pensar en lo nefasto te está traicionando sin que te des cuenta?, muchas veces, pensamos en positivo, y no obtenemos resultados positivos, esto se puede deber principalmente a dos causas :

  • Queremos obtener un imposible:
    • ¿Queremos convertir la noche en día sin más ni más?
    • Obviamente, si nuestro objetivo es obtener un "milagro",  no lo vamos  a conseguir, nos vamos a desanimar y nos justificaremos diciendo la tan consabida frase de "es imposible, haga lo que haga, la tostada siempre caerá por el lado de la mantequilla" 
    • Consejo : Seamos realistas y consecuentes con lo que queremos obtener.
  •  Nuestro subconsciente nos traiciona :
    • Desde nuestra infancia estamos sometidos a un entrenamiento constante con el cual se nos hace pensar y creer en lo peor. 
    • Recuerda, en el colegio, en el entorno familiar. 
    • Cuantas veces nos han dicho, no hagas esto que te va a pasar aquello. 
    • Cuantas veces nos hemos atrevido a hacer algo y nos ha dado la sensación de que si fallabamos alguien estaría esperando para decirnos " ya te lo decía yo..."
    • ¡Fuera culpabilidad! Cuando algo sale de manera diferente a la que hubieramos querido, aprendamos y sigamos hacia adelante. Pensemos que siempre podemos avanzar, mejorar y aprendamos a encajar las lecciones que nos da la vida. Puede que no obtengamos el resultado que deseabamos, pero si miramos de manera global, un fallo siempre nos enseña a crecer como personas, un fallo nos enseña a mirar la vida con más positividad todavía.
    • ¡Desterremos paradigmas que nos han ido inculcando a lo largo de nuestra vida!
 

Comencemos a pensar en positivo, pero comencemos a hacerlo desde dentro, de verdad. Al principio costará, como cuesta ponerse a entrenar para un marathon tras un largo período de inactividad. 

Tendremos algo parecido al cansancio de quien entrena, al principio los resultados serán pocos, pero con la práctica iremos acumulando experiencia, y con ésta, resultados.  No a todos nos valen los mismos métodos, pero sí el mismo comienzo, que no es otro que ir desterrando creencias y pensamientos negativos, deberemos crearnos cortocircuitos mentales que poco a poco nos ayudarán a desterrar esos paradigmas, ese proceder automático ante la misma situación. 

Como seres visuales que somos, creemos más en lo que percibimos  a través del sentido de la vista que lo que percibimos por cualquier otro sentido. Podemos hacer de esto un aliado. 

Apoyándonos en el principio de la grafoterapia,  comencemos a escribir con mayor frecuancia a mano, siempre que tengamos la ocasión. Y utilicemos un lenguaje positivo para ello. No es lo mismo escribir "no puedo ir a la cita..." que escribir "voy a hacer lo posible por asistir". Con la primera frase, nuestro incosciente ya está aceptando que ni lo va a intentar puesto que ya hemos escrito que no vamos a poder ir, sin embargo, la segunda afirmación, nos está dejando una puerta abierta, una posibilidad de esfuerzo, de intento.  Si decimos que a través de los gestos de la escritura plasmamos nuestra personalidad y nuestra manera de ver la vida, interioricemos mediante un lenguaje más positivo el mismo modo de pensar. 

Como dijo Kurt Honrot : "duda la mente, tiembla la mano", no dejemos temblar la mano, y no dudará la mente.

Espero que pases un buen día.





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