Formas de coger el útil de escritura.

Si nos observamos a la hora de tomar entre los dedos el lápiz, bolígrafo o demás útiles de escritura manual, o nos fijamos en como los cogen otras personas, veremos sin duda que hay quienes cogen  desde abajo, casi sin dejar espacio entre la punta y los dedos, quienes lo toman desde muy arriba, dejando un espacio muy amplio entre los dedos y la punta, quienes lo aprietan como si fuera a escapárseles, quienes lo toman livianamente, dejándo el útil casi suelto, quienes lo asen con tres dedos, con dos, etc.

Hay una forma corercta de coger el lapicero o el bolígrafo que consiste en sostenerlo entre los dedos pulgar y corazón, colocando sobre éste el dedo indice, sin unirlo al pulgar, y ejerciendo la presión justa sobre el útil de manera que no lo apretemos excesivamente, lo cual nos causaría una fatiga temprana a la hora de escribir, ni flojo, lo que haría que perdieramos en cierta medida el control sobre nuestra escritura.

Si tomamos incorrectamente el útil de escritura podemos generar fatiga  mala postura de espalda, hombros y muñeca y como consecuencia dolor y tensión.

Grafológicamente también existe un significado para las diferentes maneras de tomar el lapiz o el bolígrafo. De manera que quienes lo cogen ejerciendo mucha fuerza y dejando muy poco espacio entre los dedos y el papel son personas que tienden a ejercer un fuerte control en los aspectos de su vida. Quienes lo toman sin embargo dejando más espacio del correcto entre los dedos y la punta, son personas que se dejan llevar, no ejercen prácticamente ningún control permitiendo que todo fluya, si bien esto puede ser positivo en depende que aspectos de la vida, en otros, siendo necesaria la toma de control  y la capacidad de decidir, van a dejar que las cosas sigan su curso, tendiendo en ocasiones a utilizar la "técnica del avestruz " esperando que las cosas se solucionen por sí mismas.

No obstante, nuevamente insisto, del mismo modo que un gesto gráfico muy concreto nos da una información de la persona que escribe pero debemos contrastarla con el resto del análisis,  también deberemos tener en cuenta el estudio de la letra por completo, y contrastarla con la observación de la manera de escribir que tiene la persona.

Así mismo, habrá que tener en cuenta al valorar este aspecto si la persona escribe con la mano derecha o con la izquierda, pues si bien para un diestro lo natural es avanzar sobre el papel desde su izquierda hacia la derecha, un zurdo, escribiendo en la misma dirección, debe colocar tanto el lápiz como el papel de manera que le sea posible ver lo que está escribiendo y que la mano no le impida hacerlo.